Alejandro Lodi
(Diciembre 2012)
Es una versión de la historia.
Rudolf Hess era nazi y astrólogo. En su juventud creyó ver en Hitler una personalidad providencial profetizada por los astros y que redimiría a su patria de la humillación a la había sido sometida por sus enemigos (claramente identificados en judíos y bolcheviques). Su ideología coincidía con su astrología.
La incondicionalidad al Führer fue devocional, tanto que fue nombrado su sucesor en caso que muriera. Sin embargo, en cierto momento (como suele ocurrir, en el menos oportuno) esa fidelidad entró en conflicto con su percepción del orden del cielo. Hacia 1941 creyó ver claves astrológicas que anunciaban la segura derrota de Alemania de continuar la guerra, pero ¿cómo decírselo a Hitler? Intentó entonces salvar a su patria: secuestró un avión de la Luftwaffe y se tiró en paracaídas en Escocia para intentar negociar la paz con Inglaterra. Pero, como canta Gardel, «contra el destino nadie la talla»: declarado traidor por Hitler y sentenciado a muerte en caso de regresar, fue hecho prisionero por los ingleses y condenado a cadena perpetua en los juicios de Nuremberg. Su astrología excedió su ideología.
La percepción de Hess comenzó a desbordar el resguardo de sus creencias. Pero no pudo dar cuenta de la transformación emocional e ideológica que tal alteración de la percepción inevitablemente provocaba. Era una crisis de fidelidades: ¿soy fiel a mi percepción o soy fiel a mis ideas? La realidad que la astrología le mostraba lo exponía a un futuro imprevisible, las ideas cargadas de afecto y seguridad se evidenciaban falsas y fatales. Abrumado por esta tensión irresoluble, optó entonces por una fantasía confundiéndola con una intuición superadora: quiso seguir creyendo (ser nazi) y, al mismo tiempo, sostener lo que percibía (la patológica conducción del líder). Los límites de la realidad se mostraron implacables.
Durante décadas, la fascinación por ese líder carismático que parecía encarnar ideales de reparación para su nación capturó su percepción astrológica en una polarización extrema en la que, finalmente, quedó atrapado. Y ya no pudo regresar cuando quiso acompañar la inexorable dinámica que los movimientos del cielo parecían indicar aún contra sus deseos y su conveniencia.
La astrología tiene el potencial de estimular una sensibilidad perceptiva que termina por superar la rigidez de nuestras creencias. La astrología inquieta a nuestras ideas y certidumbres. La ideología –y la seguridad que ofrecen sus convicciones- reduce nuestra percepción astrológica.
A Hess se le planteó un conflicto de lealtades: confiar en su líder o en su percepción. Dar cuenta de su registro de la realidad exigía ir más allá de la voluntad del líder. Pero, en verdad, la situación era más compleja. Porque, profundamente, percibir la patología del líder delataba su propia patología. La astrología habilitó una percepción que lo obligaba a transformarse: la vital identidad estructurada en la devoción a una figura salvadora y providencial comenzó a ser vivida como tóxica. La transformación de su vínculo externo con el líder era la transformación de un vínculo interno sobre el que estaba conformada la estructura de su personalidad. Y en lugar de transformarse creyó poder “solucionar un problema”. Así, quiso “mejorar” en lugar de transformar. Quiso ser “mejor nazi” antes que cuestionar su identidad nazi. El desafío de transformación era demasiado, superaba sus límites emocionales.
Ese desafío de transformación exigía ver criminalidad donde antes veía heroísmo, ver en su propio corazón el horror del que siempre creyó ser víctima. Una dolorosa resignificación de la realidad por la cual comenzaba a percibir egoísmo narcisista y desprecio por la vida allí donde antes sentía desinteresada entrega a nobles causas.
La anécdota particular de Hess expone un patrón universal. Es la tensión entre percepción e ideas. La función de Neptuno en nuestro psiquismo es habilitar una expansión de sensibilidad capaz de disolver los bordes dogmáticos de nuestro sistema de creencias. Expuestos los supuestos inconscientes en los que se constituye, ese credo se torna insostenible. Y gracias a esa crisis de fe provocada por Neptuno, Júpiter puede ahora responder a direcciones y sentidos vitales más inclusivos.
En esta dinámica entre el registro sensible de la realidad que estimula ir más allá de lo conocido y las formas mentales (y emocionales) en las que la identidad personal encuentra resguardo, el punto es cómo la conciencia toma responsabilidad de esa sensibilidad expandida: si la usa para confirmar al yo (la identidad segura) o para exponerse al riesgo de dimensiones desconocidas de sí.
Y existe otro desafío: la aceptación y reconocimiento de los procesos colectivos como psíquicos. La psique colectiva produce hechos, líderes, fechas, mitos. Tales producciones transparentan el estado de esa psique colectiva, sus síntesis creativas y sus nudos patológicos. Hess creyó que el problema era la personalidad de Hitler y se propuso entonces salvar a Alemania. Creyó poder separar al líder de la comunidad de la que había emergido. Creyó ver dos polos allí donde había una dinámica.
De un modo inconsciente, la comunidad participa (es parte) de las cualidades del líder adorado o padecido. De un modo oscuro, de sus sombras. La patología de los líderes resulta funcional a la patología colectiva. Una comunidad necesita de esos líderes con esas patologías para agotar hechizos arquetípicos vivos en el inconsciente colectivo. El inconsciente colectivo de una comunidad se vale de esa personalidad individual que encarna ese contenido psíquico nocivo en su liderazgo. En verdad, es el líder quien es utilizado por la fuerza psíquica colectiva antes que la comunidad víctima de la perversión del líder.
La funcionalidad de los liderazgos más destructivos consiste en habilitar una purga colectiva. Tomados por un fascinante encanto -incluso entregando sus vidas-, los héroes mesiánicos contribuyen al agotamiento y consumación de oscuros supuestos inconscientes de la comunidad -hasta entonces negados o reprimidos- a los que la acción del líder permite dar visibilidad.
La trampa (que fatalmente obliga a la repetición) es tomar a ese líder como chivo expiatorio, ver su patología como un problema personal y convencerse de que liberándose de él se accede entonces a una situación mejor. La comunidad no es víctima de los liderazgos. Los genera porque necesita agotar sus hechizos inconscientes. Los convoca porque necesita extinguir la dulce adicción a sueños de reivindicación, de justicia, de liberación, de escarmiento purificador, de redención espiritual.
El trastorno personal del líder es funcional a contenidos inconscientes de la comunidad. La patología del líder se corresponde con la patología de la sociedad y es la emergencia de un contenido psíquico colectivo hasta ahora no reconocido. Si esa sociedad logra verse reflejada a sí misma en ese líder que la victimiza, entonces es posible que el encanto se disuelva -a veces con dolor, otras con horror, siempre con pérdida de inocencia y asunción de responsabilidad-, ceda la fascinación por la venganza o la redención, y asuma entonces un costoso y liberador salto de madurez.
Excelente… Perfecta síntesis… Merece meditarse.
By: Trefetek on 22 diciembre, 2012
at 19:57
Gracias. Y meditemos. Abrazo
By: alejandrolodi on 22 diciembre, 2012
at 22:20
Al igual que nuestras «denostadas» elecciones de pareja iluminan algun oscuro y no reconocido contenido personal, los lideres son consecuencia de esos hechizos colectivos. Lo triste es que -de loi personal- lleva muchos años entenderlo, y la historia de los paises muestra que lleva siglos salir de la repeticion. Muy buen articulo, Ale, felicitaciones y buen año.
By: silvia lacasa on 22 diciembre, 2012
at 20:59
¿Siglos??? Bueno, me das esperanzas. Ya estaba temiendo que fueran milenios.
Abrazo y felicidades.
By: alejandrolodi on 22 diciembre, 2012
at 22:22
para el caso, siglos o milenios, no nos da lo mismo a nosotros. los que, con mucha suerte, (o no) solo podremos ver un siglo? Igual el artículo me trae algo de paz….
By: Marina Marquez on 12 julio, 2015
at 03:28
Brindemos con la esperanza del Salto a la madurez en este milenio!! :), un enorme abrazo y lo mejor para estas fiestas
By: Daniela Bertol on 23 diciembre, 2012
at 07:50
Gracias Daniela. Confío. Corremos con la ventaja de que el milenio empezó hace poco.
Felicidades y abrazo.
By: alejandrolodi on 23 diciembre, 2012
at 12:39
Excelente. Quien podría decir que este artículo carece de objetividad y de profundo conocimiento de la psique?. Sólo alguien con un tránsito de Sol/Neptuno.
By: Gabriela Borraccetti on 23 diciembre, 2012
at 12:02
Gracias Gabriela. Seguiremos compartiendo los símbolos de la astrología, intentando ser sensibles a significados más profundos. Es un desafío para nuestra conciencia.
Abrazo y Felicidad.
By: alejandrolodi on 23 diciembre, 2012
at 12:42
Me gustó mucho tu artículo Alejandro. Como todos, Hess tenía su ideología y parecería que al comienzo buscó compatibilizar sus creencias ideológicas con sus interpretaciones astrológicas. Supongo que debe ser muy díficil o eventualmente imposible, como humanos que somos, escapar a esa tentación. Ahora, que juego peligroso, no?
By: Javier Conigliaro on 23 diciembre, 2012
at 14:52
Gracias Javier. Me parece necesario discriminar entre tener ideas y tener ideologías. Siento que no es lo mismo. Mi sensación es que el apego a ideas reduce (y condiciona) la percepción. Y confiar en abrir la percepción le da vitalidad a las ideas. En fin, es cuestión de seguir observando el propio corazón (allí no podemos engañarnos). Abrazo
By: alejandrolodi on 25 diciembre, 2012
at 23:30
Es interesante para replantearse la labor astrológica de uno. La astrología sirve para desmantelar hechizos, pero hasta qué punto mantener una ilusión no es también algo nutritivo, en su justa medida. Al fin y al cabo, las ilusiones están por debajo de todo, aunque no siempre lo reconozcamos. Hess intentó llegar a un frágil equilibrio entre la objetividad de sus percepciones y su ilusión y no termino acaparando a ninguna. Gracias, Alejandro.
By: Axel Cecchini on 23 diciembre, 2012
at 16:27
Gracias Axel. El punto es qué respuesta damos cuando percibimos que son eso: hechizos. Seguir tomando por real aquello que ya nos consta como imaginario, creo, conduce a sufrimiento. ¿Por qué habríamos de permanecer en fascinaciones y encantamientos cuando la conciencia ya descubrió que lo son? Creo que el viaje de la conciencia es precisamente un perpetuo corrimiento de velos perceptivos. Abrazo
By: alejandrolodi on 25 diciembre, 2012
at 23:38
Y sin embargo cuando vemos los hechizos y los hechizados y no podemos despertarlos también sufrimos, de impotencia tal vez??
By: Marina Marquez on 12 julio, 2015
at 03:31
Gracias Marina. Ya es demasiado arduo despertar de nuestros propios hechizos…
By: alejandrolodi on 12 julio, 2015
at 03:53
Hola Alejandro, casualidades.. sincronías ayer en la tarde meditaba sobre el comportamiento colectivo y sus mitos con respecto a nuestro país y los últimos sucesos…. Gracias por darle forma impecable a través de tus notas a estos hechizos que tanto nos cuesta asumir. Abrazo sincero!!!!!
By: Eliana balbi on 24 diciembre, 2012
at 00:06
Gracias Eliana. En verdad, son patrones universales. Desde nuestras experiencias locales podemos comprender a la toda la humanidad. Abrazo
By: alejandrolodi on 25 diciembre, 2012
at 23:39
Gracias Alejandro, como siempre, por tu lúcido aporte. No puedo dejar de relacionar este post con el del fascismo-narcisismo: el trastorno personal del líder es funcional a los contenidos inconscientes de la comunidad, y posiblemente también su opuesto polar que en vez de querer remediar supuestos males pretende castigar.
By: Klaus on 24 diciembre, 2012
at 14:09
Gracias Klaus por tus siempre nutritivos aportes. Seguimos compartiendo. Abrazo
By: alejandrolodi on 25 diciembre, 2012
at 23:41
Querido Ale como siempre, escribis temas muy interesantes y este especialmente ,me deja con ganas de pensarlo ,y asociarlo a todo lo que nos sucede actualmente en nuestro`pais.
Gracias Ale y lindas fiestas para vos y tu flia
By: Lili Andelman on 24 diciembre, 2012
at 19:12
Gracias Lili. Espero me comentes tus asociaciones. Abrazo
By: alejandrolodi on 25 diciembre, 2012
at 23:42
Gracias Ale, tus notas siempre me dejan esta sensación de alivio mental, al poder expresar aquello que siento profundamente pero a lo que no le termino de encontrar palabras, por otro lado desde tu impronta, ayudan a generar una plataforma que induce a nuevas miradas…un verdadero bálsamo para mi ascendente Piscis…
Un abrazo y bendiciones para los porvenires
By: Laura Ramirez on 27 diciembre, 2012
at 05:32
Ale, este artículo me llegó profundamente. Es un placer haberte tenido como profe y ojalá en uno o dos años vuelva a poder hacerlo, tu claridad para transmitir conceptos tan profundos es genial!
By: Maria Marta on 4 enero, 2013
at 18:40
Gracias María Marta. Seguimos compartiendo este viaje. Abrazo
By: alejandrolodi on 4 enero, 2013
at 21:04
Cómo me alegra Alejandro volver a leer un artículo tuyo, siempre claro y abundante, siempre generoso. Observando, sólo observando nuestro entorno, podemos ver este tema en la práctica, la eterna lucha entre las ideas y la percepción en cualquier ángulo. El asunto es vernos a nosotros mismos en esa lucha. Como siempre, con todo cariño y abrazo de oso. Cristina Caamaño
By: Cristina Caamaño on 8 enero, 2013
at 14:17
Querida Cristina. Gracias. Y es fundamental lo que decís: estar atentos y sentirnos incluidos en lo que creemos percibir «afuera». Abrazo
By: alejandrolodi on 10 enero, 2013
at 00:26
Alejandro, el aporte que le hacés a la astrología es gigante. La claridad y profundidad de tu análisis es maravillosa. Gracias, sos un gran maestro!
By: Ginamar on 18 mayo, 2013
at 13:45
Gracias Giselle. Muy generosa (aunque en exceso). Abrazo
By: alejandrolodi on 18 mayo, 2013
at 14:00
El hechizo de los nazis y el hechizo de que fueron derrotados, mientras siguieron y siguen los supuestos democratas, haciendo lo mismo que los nazis; que bien les funciona y saben utilizar este patron, es increible. Me cuesta pensar que los politicos no entiendan de Astrologia con lo manipuladores que son.
By: Lorena on 22 junio, 2013
at 17:15
Gracias Lorena. Abrazo.
By: alejandrolodi on 22 junio, 2013
at 17:41
Siempre es interesante leerte
pero en este articulo te has superado a vos mismo, clarito como el agua.
By: Teresa Garcia Sanchez on 17 noviembre, 2013
at 14:03
Gracias Teresa. Seguimos compartiendo. Abrazo.
By: alejandrolodi on 17 noviembre, 2013
at 15:15
Que clara tu reflexion, cuanto me resuena…Gracias
By: Marivi on 12 febrero, 2015
at 11:18
Gracias Mariví. Abrazo…
By: alejandrolodi on 12 febrero, 2015
at 11:39
«y asuma entonces un costoso y liberador salto de madurez.», ¡que bien le vendría esto a una sociedad como la argentina!, gracias Alejandro, siempre es placentero leerte, un abrazo.
By: Norberto Betge on 13 febrero, 2015
at 01:49
Gracias Norberto. Muy generoso. Abrazo…
By: alejandrolodi on 13 febrero, 2015
at 10:17
muy interesante
By: Luis on 13 febrero, 2015
at 03:45
Gracias Luis. Abrazo…
By: alejandrolodi on 13 febrero, 2015
at 10:17
Excelente artículo Ale, ideal para un momento como este donde estamos como sociedad en plena etapa de agotamiento de hechizos muy poderosos. Todavía falta bastante, pero siempre hay luz al final del túnel. Un gran abrazo!!
By: Diego Bianchi on 15 febrero, 2015
at 14:26
Don Diego, qué bueno tenerlo por aquí. Sigamos agotando (y agotados). Abrazo…
By: alejandrolodi on 16 febrero, 2015
at 19:30
» La patología del líder se corresponde con la patología de la sociedad y es la emergencia de un contenido psíquico colectivo hasta ahora no reconocido»
Cuando todo cae, ya casi no hay nada que temer. Los velos que nos separan de la realidad empiezan a desaparecer y un nuevo lugar interno y externo empieza a gestarse.
Gracias por el artículo, que los hechizos cada vez estén más cerca de su fin!!
By: valeria ferraris on 17 febrero, 2015
at 21:23
Gracias Valeria. La caída de velos suele ser muy liberador, pero también doloroso. Confiemos. Abrazo…
By: alejandrolodi on 17 febrero, 2015
at 23:09
En este momento personal esta lectura me esclarece la temática de un vínculo de pareja. Lo que estoy percibiendo y mis creencias.Vale en esta escala. Gracias!!
By: marta on 11 julio, 2015
at 12:18
Marta, gracias a vos. Abrazo…
By: alejandrolodi on 11 julio, 2015
at 13:34
parte de la maduración que esto nos aporta es entender que esto no se acaba, son procesos que se encadenan unos con otros. Nuestro, pequeño gran trabajo, estaría en reconocernos en el afuera para encontrar nuevas herramientas que nos permitan más elevados puntos de expresión del inconsciente colectivo, y por otra parte, asumirnos como elementos que matizan el mismo inconsciente que necesita ser expresado…, dicho en criollo, conciencia… y mucha!
By: Maica Baires on 27 agosto, 2015
at 14:04
Gracias Maica. En criollo se entiende mejor. Abrazo…
By: alejandrolodi on 27 agosto, 2015
at 17:54
Hola Alejandro, muy interesante tu artículo. Los gobernantes encarnan siempre el sol natal del país. Cada pueblo tiene no sólo el gobernante que se merece, sino y en el sentido mas estricto, el gobernante que «se le parece».
By: Juan Carlos Gossis on 27 agosto, 2015
at 21:00
Gracias Juan Carlos. Abrazo…
By: alejandrolodi on 28 agosto, 2015
at 03:29
Me parece que los procesos sociales son tremendamente complejos. Son entramados de procesos afectivos, simbólicos y materiales. En el caso de Hess (seguidor de las teorías de R. Steiner además), parecería que se carga demasiado las tintas en el personaje, para escabullir la complicidad de un importante sector de la clase dirigente inglesa con el nazismo. Hess, en su vuelo nocturno, se dirigía a la propiedad del duque de Hamilton, un tipo del círculo íntimo de la familia real. El propósito era concertar un frente único contra la URSS. Por algo Hitler había dejado escapar a los ingleses en Dunkerke. Algo sucedió a último momento, que hizo que apagaran las luces de la propiedad de Hamilton, obligando a Hess a arrojarse en paracaídas. Seguramente, hubo un fuerte enfrentamiento entre sectores en pugna que se saldó con la ruptura definitiva con los nazis. Previamente a esto, hubo toda una movida para conseguirle en Madrid los tanques suplementarios para el viaje de vuelta del avión de Hess. O sea, un sector del aparato estatal inglés se movió para facilitar la cita, mientras Londres era bombardeada por la Luftwaffe. Cuando fracasó el plan, todos tuvieron que salir a despegarse, tanto Hitler como los ingleses.
By: Rafael on 29 agosto, 2015
at 00:24
Gracias Rafael. Muy buena información la que aporta. Es cierto, son procesos complejos. De hecho, el movimiento nazi contó con simpatías no menores en Inglaterra antes de la guerra, incluida la familia real. Abrazo…
By: alejandrolodi on 29 agosto, 2015
at 01:05
Gracias por tu respuesta. Lo que sería interesante es curiosear en la carta natal de Hess. Seguro que tiene un fuerte elemento neptuniano, por ese cuelgue idealista, mientras pisa los charcos de sangre. ¿O el que estoy colgado soy yo?
By: Rafael on 29 agosto, 2015
at 01:35
Bueno, ambas cosas pueden ser ciertas. Y súmeme al cuelgue. Gracias por el aporte. Abrazo…
By: alejandrolodi on 30 agosto, 2015
at 17:06
Quisiera sumar a la complejidad de las interpretación de estos hechos históricos: siempre hubo estrechos lazos entre Alemania e Inglaterra (por empezar, la actual familia real es de origen alemán y no anglo), y había en esa época en Inglaterra un partido Nazi. Pero tal vez desde Inglaterra alguien, sin necesidad de tener una complicidad con los nazis, hubiera pensado que era mejor terminar la guerra cuanto antes y evitar más pérdidas de vidas y materiales. De ahí que se intentara facilitar la misión personal de Hess… pero, qué acuerdo de paz hubiera sido posible mientras se bombardeaba Londres?
Excelente artículo. El párrafo final está para citar.
By: Graciela on 30 septiembre, 2016
at 12:30
Gracias por el aporte. Abrazo…
By: alejandrolodi on 30 septiembre, 2016
at 21:23
Hola Alejandro. Me encantó tu artículo. También la mirada de una socidad tomada por un inconsciente patológico y su emergente correspondiente expresado con una claridad increíble. La pregunta que me surge es la siguiente… el pueblo judío, nacido o nacionalizado Alemán, también, en parte, creó inconscientemente un verdugo criminal?? Me hago ésta pregunta porque me cuesta creer que al líder lo crea sólo una parte de la sociedad… quizás todas sus partes contribuyan al resultado final. Sé que es difícil la pregunta… Un Beso.
By: María Marta on 19 mayo, 2019
at 15:00
Gracias María Marta. En efecto, sus preguntas son gigantescas. Supongo que cuando el anhelo inconsciente de una facción de la sociedad adquiere suficiente masa crítica, hegemoniza entonces la conducta colectiva… En fin, mucho para investigar. Abrazo.
By: alejandrolodi on 19 mayo, 2019
at 15:08
Excelente!
By: patricia freire on 4 septiembre, 2020
at 01:20
Gracias. Abrazo.
By: alejandrolodi on 4 septiembre, 2020
at 01:40